viernes, 14 de agosto de 2009

El Círculo Mágico de Katherine Neville



Un libro interesante, pero bastante difícil de entender. Esta historia se centra en estos misteriosos manuscritos que Ariel Behn (una chica atómica, controladora de seguridad nuclear) hereda de su primo Samuel (criptógrafo) quien supuestamente acababa de fallecer. Aquí es donde empieza el complicado mundo de la familia Behn, familia de la cual explicaré su árbol genealógico al final de esta pequeña reseña.
Todo comienza en 1870 en Cumas, Italia, en donde una mujer (desconocida al principio) llamada Clio va en busca de las profecías de la Sibila (Sibila eran llamadas todas las profetisas en la mitología romana y griega). Ariel se da cuenta de lo importante que son los manuscritos que Sam le heredó, cuando éste tuvo que fingir su propia muerte para librarse del peligro que estos rodeaban. Ya que nadie sabía que Sam realmente estaba vivo, tiene que comunicarse con su prima a través de mensajes en código.
El libro se entrelaza con historias sobre Jesús y la Antigua Roma, antiguas tribus de Israel, el Rey Salomón, y Hitler, pero no piensen que es un libro estrictamente religioso y se vayan a saltar esas partes, todo tiene que ver con el desenlace.
Ariel, debido a un viaje de trabajo, vuela a URSS con Wolfgang, su compañero, quien es en realidad un secuaz de el jefe del Centro de Energía Nuclear, Pastor Owen Dart, más conocido como El Tanque. Ambos, durante toda la historia, tratan de robar los manuscritos, obviamente sin éxito. En este viaje con muchas, me atrevo a decir, demasiadas escalas (Salt Lake City, Viena, París, San Petesburgo, Berlín), Ariel se reune con sus parientes quienes, aparte de explicarle partes del manuscrito, confuden y mezclan la vida de la familia Behn y de ahí no hay quien se salve. Hay muchas partes que tuve que releer debido a la complejidad, y tal vez al sueño que te invade a las 2 de la madrugada. Aún así, es un libro que vale la pena leer. Enseña sobre historia y relata muy detalladamente la vida de Jesús, pero no en escritura biblica. Trata a éste como un loco, según yo la mejor parte del libro, aparte de cuando Ariel le muestra su 'dedo del corazón' a Bella, la mujer de seguridad que no la quería dejar entrar al edificio nuclear.
Conclusión: creo que ya la escribí. No está de más decir que toda ésta ininterminable búsqueda por la verdad de las relaciones entre la familia Behn y los manuscritos nos llevan a un mundo en donde mas vale no mentir jamás, a no ser que te den ganas de leer otro libro como este. Largo y tedioso, pero interesante al final.
Aún así, los manuscritos indicaban lugares del planeta donde se encontraban no sólo enormes poderes, sino que también lugares donde se realizaron ceremonias y rituales con mucho detalle, durante un periodo de mínimo 5 mil años. Si fuese verdad y Adolf Hitler los hubiera encontrado...